13 de octubre de 2011

Soy una cenicienta, moderna..


Doscientos días, veintitrés minutos y un segundos atrás me enamores de ti. Mi corazón me dejó de invernar al verte. Unos días después me decepcionaste, mi corazón borracho llore solo una noche de enero, me pediste perdón y todo se arreglo. MI corazón volvió a confiar en ti, a tener una cierta esperanza de que esta vez si iba la vencida, sin importar si era la tercera o no. En algún momento, no sabría decirte en cual intenten vestirte de príncipe azul y la cosa no fue bien, nunca te quedo bien un disfraz tan cutre. Cien días después me dijiste adiós  a tu peculiar manera, luego volviste a por mi esperando encontrarme donde me habías dejado y te deparataste con que yo también se moverme por mi misma y no te había esperado. A mi tampoco nunca me ha quedado bien los disfraces de princesas que duermen cien años, o cosas así, soy mas bien una cenicienta moderna... ¡Y si el reloj suena, a las doces que le den!

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